En los últimos 20 años,
las ideas y conceptos desarrollados en torno a los desastres han sufrido una transformación
paradigmática, al menos en el plano científico- académico.
El conocimiento de las
causas de ocurrencia de cierto tipo de amenazas que pueden desatar un desastre es
una de las áreas en la cual la ciencia más avanzó. Actualmente, se sabe cómo se
origina una inundación, un sismo, un huracán o una erupción volcánica, cuáles
son las zonas que presentan mayor riesgo, en qué momento aproximado pueden
tener lugar dichos fenómenos e, incluso, se estima su magnitud. En la medida
que el desastre es polifacético, no es conveniente restringir su análisis a la perspectiva
que hace predominar el conocimiento natural o tecnológico, porque el concepto
de desastre es una categoría social. Por estas razones, interesa indagar los
procesos sociales que inciden y se conjugan con los desencadenantes naturales o
tecnológicos, para generar un desastre.
Los desastres ya no se
conciben como sucesos geofísicos aislados, singulares y extremos, sino que son manifestaciones
de un proceso social continuo que impacta en las condiciones de la vida
cotidiana de una sociedad. Comienza así a perfilarse un enfoque más integral,
que analiza al desastre no sólo como producto sino también como proceso.
La Gestión del Riesgo, es
un proceso social que promueve la reducción del riesgo especialmente a través
de la reducción de la vulnerabilidad y el aumento de la resilencia (capacidad
de adaptarse), de los grupos sociales, comunidades ó países, en base a acuerdos
sociales que surgen con base a acuerdos sobre el análisis de riesgo (PNUD 2006)
La gestión integral de
riesgo está definida como el conjunto de decisiones administrativas, de
organización y conocimientos operacionales desarrollados por sociedades y
comunidades para implementar políticas, estrategias y fortalecer sus
capacidades a fin de reducir el impacto de amenazas naturales y de desastres
ambientales y tecnológicos consecuentes. Esto involucra todo tipo de
actividades, incluyendo el conocimiento y monitoreo del riesgo, la prevención y
mitigación, el manejo financiero y el manejo de los desastres para gestionar el
riesgo de forma integral, debe abordarse la problemática desde la previsión de
riesgos hacia el futuro y la reducción de riesgos existentes (PNUD, s/f).
La gestión del riesgo de
desastre surgió como propuesta para garantizar que los procesos de desarrollo
impulsados en la sociedad se den en las condiciones óptimas de seguridad
posible. El riesgo y su gestión no son
algo externo al desarrollo sino un componente intrínseco a él.
La gestión del riesgo
como parte de la gestión del desarrollo hizo necesario el replanteamiento de
responsabilidades institucionales, más allá de organismos especializados en el
desastre y su atención. Ello implica el
compromiso de nuevos actores en la problemática, como instancias de
planificación del desarrollo, de la gestión ambiental y urbana,
municipalidades, organizaciones comunitarias, sector privado, ONG de
desarrollo, etc. (Gellert, 2012)
La gestión de riesgo a
desastres, abarca tanto las políticas y
acciones de mitigación, diagnóstico, preparación y prevención de desastres, que
tienden a reducir la vulnerabilidad, como las estrategias de atención en la
emergencia o capacidad de respuesta a los impactos inmediatos de un desastre,
la rehabilitación y reconstrucción. Supone no sólo la intervención del gobierno
sino también la interacción de distintos actores sociales públicos y privados
que incorporen las hipótesis de riesgo en sus modalidades de interacción con la
sociedad local.
El eslabón perdido de los
desastres: la prevención y la mitigación La prevención y la mitigación son
previos a la ocurrencia de un eventual desastre y apuntan a evitar o reducir la
posibilidad de su ocurrencia y reducir la magnitud de su consecuencia. Se
relacionan con la reducción de la vulnerabilidad global de la sociedad. En
general son las actividades menos consideradas y visualizadas por los distintos
actores involucrados en la administración global de los desastres.
La prevención se refiere
al conjunto de actividades que buscan reducir o eliminar la incidencia de
elementos físicos potencialmente dañinos. La reforestación, la estabilización
de pendientes, el manejo integral de cuencas para reducir o evitar las
inundaciones o deslizamientos constituyen actividades de prevención. También
pueden incluirse ciertas obras de ingeniería, como diques, presas, etc.
El término mitigación
refiere a aquellas actividades que intentan reducir la vulnerabilidad de una
sociedad frente a los eventos físicos. Por actividades de mitigación debe
entenderse las modificaciones en la estructura de la sociedad y en sus
elementos constitutivos vinculados o relacionados con los tipos genéricos de
vulnerabilidad (ideológica, cultural, educativa, política, social, etc.,
Wilches–Chaux 1993). En esta fase del proceso de gestión de los desastres, se
incluyen las actividades de tipo legislativo y normativo relacionadas con el
uso del suelo, normativas de construcción, medidas de seguridad ciudadana,
reglamentación de las técnicas de construcción que ofrecen más seguridad frente
a eventos tales como, por ejemplo, terremotos, huracanes e inundaciones. En el
campo de la agricultura deben considerarse aspectos como la diversificación de
los cultivos en áreas proclives a inundaciones, sequías y otros desastres
(plagas, biológico, etc.).
Esquema que muestra la Gestión de Riesgos
Comentarios
Guatemala es un país considerado entre los primeros diez a nivel mundial como uno de los más vulnerables, mientras que La Organización de Naciones Unidas (ONU) lo ratificó hace apenas unos meses: Guatemala es el cuarto país más propenso a desastres naturales, es vulnerable. así también la fragilidad ante los riesgos aumenta cada año, debido a que la población se está asentando en lugares peligrosos, como orillas de ríos y laderas de barrancos. Por lo que es importante realizar programas de contingencias y emergencias ante cualquier eventualidad.
Bibliografía
Gellert, G. (2012). El
cambio de paradigma: de la atención de desastres a la gestión del riesgo.
Sapiens Research, 13-17.
Hilda
Herzer, C. R. (julio de 2002). Convivir con el Riesgo o la Gestión del Riesgo.
Obtenido de https://www.researchgate.net/publication/237638971_CONVIVIR_CON_EL_RIESGO_O_LA_GESTION_DEL_RIESGO1
PNUD. (s/f). Conceptos
Básicos de Gesitión Integral del Riesgo. Obtenido de http://riesgosydesarrollo.org/web/odm_data/rt/ConceptosFINALPeq.pdf
Wilches Chaux, G. (2007).
Qué nos pasa? Guía para la red para la gestión. En G. Wilches Chaux, Qué nos
pasa? Guía para la red para la gestión.
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